El Mundo pone a la disposición de sus lectores (moderados) este bonito complemento de cocina antropomorfo concebido por el diseñador italiano Raffaelle Iannello.
El objeto tiene bastante gracia pero se echa en falta una hendidura más próxima a la ingle. La que queda algo más arriba es demasiado pudorosa y quizá no sea necesariamente mortal.
Se sirve con cinco cuchillos pero sin el post-it (que es un postizo mío).
